viernes, 5 de diciembre de 2008

Distintas varas de medir

Lo cierto es que en política hay que medir bien lo que se dice y no decir siempre lo que se piensa, pues no lleva a ningún lado hacer comentarios que puedan herir la sensibilidad de otras personas. Pedro Castro se ha equivocado, pero ha sabido rectificar y pedir perdón.

Creo que esos errores en política se suelen pagar, pero lo que me jode, es que solo se pagan si eres de izquierdas, porque quien no recuerda algún insulto de Aznar mucho más grave, como decir que no votar al PP da alas a ETA, o hablar de los progres de pacotilla, o a la señora Esperanza Oña diciendo que ser del PSOE es ser peor andaluz, o a Manuel Pizarro llamando a los andaluces adocenados, o la cancioncita que cantaban en las manifestaciones de la AVT, auspiciadas por el PP, pidiendo que ETA matara a Pepe Blanco y que nadie del PP criticó; y sin embargo, nadie pidió perdón.

Lo cierto, es que en mi caso, me jodería menos que me dijera alguien tonto de los cojones, a que me asociara con ETA como han hecho desde el PP en innumerables ocasiones.

Bueno, al final lo que pasa es que a los de izquierdas se nos pasa menos la mano; y o es porque tienen poca memoria de lo que dicen, o porque nos otorgan una superioridad moral que hace el pecado más imperdonable, porque claro, no es lo mismo que cometa una falta de ortografía un niño de 10 años a que la tenga un universitario, se le pasa al de 10 años porque está menos formado, pero no al universitario.

Por último quiero hacer una reflexión sobre el perdón. ¿Donde está el perdón de nuestra derecha católica? Cuando este se solicita, no se da y cuando se equivocan no se solicita, pero claro, para ellos el perdón es como todo lo demás: Haz lo que yo diga y no lo que yo haga.

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