lunes, 29 de diciembre de 2008

LOS COMERCIANTES DEL TEMPLO

Que la iglesia católica en España tiene una capacidad de convocatoria considerable, aunque menos de la que dicen, es algo que no admite demasiada discusión.

Según los datos de los organizadores, la manifestación en defensa de la familia de 2007 tuvo unos 2.000.000 de asistentes y la de este año 1.000.000. Según los datos oficiales, la asistencia respectiva fue de 158.000 en 2007 y de 100.000 ahora; y esta discusión no tiene un valor menor, como bien saben los señores de la conferencia episcopal, pues si para el común de los mortales el concepto “confianza” ha surgido con la crisis y no saben muy bien que es, en las ciencias sociales este concepto se conoce bien y se sabe de la importancia del mismo para generar acción; y no genera a misma confianza que asistan 2.000.000 de personas, que el que asistan 158.000 personas. Por otra parte, a no ser que la reunión fuese de pitufos… me da que 2 millones de personas tamaño normal, no caben ni haciendo castells.

En las últimas manifestaciones organizadas por la conferencia episcopal, y apoyadas por los sectores más integristas de la misma y del PP, el mensaje ha sido contra la política del gobierno, contra el aborto, el matrimonio homosexual, el divorcio, o educación para la ciudadanía. Con este mensaje y según sus datos, el apoyo se ha reducido a la mitad en un año, lo cual les debería hacer pensar, pero es que si miran cualquier estudio sobre valoración de la iglesia católica (yo hice uno en el 2005), comprobaran que la valoración de la institución por parte de los jóvenes, está incluso por debajo de la política en nuestro país, y que según el último sondeo del CIS sobre la juventud española, solo el 11.1 % de los jóvenes es católico practicante y no gracias a dios, sino a los obispos.

Yo personalmente, echo de menos que no utilicen su capacidad de influencia y hagan manifestaciones para luchar contra los 8.000.000 de personas que mueren al año de hambre, los 5.000.000 que han muerto en la guerra del coltan en el Congo, los más de 25.000.000 que han muerto de Sida, el casi 1.500.000 de personas que mueren de Malaria, o los casi 2.000.000 de personas muertas por tuberculosis, u otros muchos millones de muertos por enfermedades extintas en occidente o en guerras olvidadas. Pero claro, nada de esto da poder político ni económico y no nos equivoquemos, la jerarquía de la iglesia católica es una gran empresa multinacional con intereses políticos y económicos muy alejados de todas esas personas que sufren en el mundo por las guerras, el hambre y las enfermedades.

Si Jesucristo volviera, creo que volvería a echar a estos mercaderes de sus templos.

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