miércoles, 11 de noviembre de 2009

Que se metan su celebración por donde les quepa.

Venimos asistiendo los últimos días a una de las celebraciones más absurdas e hipócritas que recuerdo: Los 20 años de la caída del muro de Berlín.

Cierto es que para los ciudadanos alemanes, sobre todo los berlineses, es una extraordinaria fecha para celebrar la caída de un muro vergonzoso, que durante décadas, separó a hermanos y amigos. También es cierto que todos tenemos que celebrar la expansión de la democracia por Europa que a su vez trajo consigo dicho hito histórico. También podemos celebrar la forma en que la reunificación alemana se hizo, sin rencores, ni odios, ni ofensas, ni menosprecios, cediendo los ciudadanos de la RFA (Alemania occidental) parte de sus recursos, para mejorar la deprimida zona oriental alemana.

Lo que me parece vergonzoso, es ver a esa cantidad de políticos de todo signo felicitándose por la caída del muro, cuando muchos de ellos en aquel momento intentaron evitar la reunificación (alguno en tono irónico decía que no es que estuviese en contra de Alemania, que lo que pasaba es que le gustaba tanto, que prefería que hubiese dos) pero lo que de verdad me jode de estos políticos de cartel y portada de periódico, es que cuando les toca a ellos derribar muros...amigo esos que los derribe otro.

Y es que no son pocos los muros que hay hoy en día o los que están en construcción. Quizás el más vergonzoso es el de Cisjordania o muro de la vergüenza. Aproximadamente el 90 por ciento del trazado que sigue está en territorio palestino dentro de Cisjordania, rodeando localidades y pueblos palestinos y aislando entre sí a comunidades y familias y separando a los campesinos de sus tierras y a los palestinos de sus lugares de trabajo, centros educativos y de salud y otros servicios esenciales.

Otro en construcción es el de la frontera entre EE.UU. y México, con el que no sabemos que piensa hacer Obama, o los de Ceuta y Melilla.

Que sucede con todos esos muros, qué diferencia hay con el de Berlín, porque yo la verdad, empiezo a pensar que la diferencia por la que todos están a favor de la caída del muro de Berlín, mientras levantan otros o simplemente los permiten por omisión, es que el muro de Berlín separaba a ciudadanos rubios de ojos azules de otros ciudadanos rubios de ojos azules...

En cualquier caso, la caída del muro de Berlín, no supuso un paso adelante para la caida del más grande y cruel de todos...quizás todo lo contrario.