domingo, 21 de junio de 2009

Vicente Ferrer, un hombre bueno.

Nada puedo decir yo de este hombre extraordinario que no se haya dicho ya, pero me gustaría dedicarle un pequeño obituario.

El otro día cuando murió, me di cuenta de que Vicente Ferrer, cuya figura venía siguiendo desde hace bastante tiempo con fascinación, se acababa de convertir en uno de los personajes históricos que más admiraba.

Yo no soy una persona especialmente idólatra, pero hay algunas figuras históricas a las que admiro y a las que intento usar como fuente de inspiración, Vicente Ferrer está entre mis 3 favoritas sin duda, junto a Gandhi y Jesucristo.

Sería imposible relatar la magnitud de la obra de este gran hombre en unas pocas palabras, pero me quedo con algo que para mí es lo básico de su labor: Demostrar que la pobreza no es un problema irresoluble sino un problema de voluntad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo también me uno al pesar por la muerte de este gran hombre.
Un saludo